Paula Badosa había ganado a rivales de enjundia para conseguir plaza en las semifinales del torneo de Ningbo, con mención especial a la rusa Diana Shnaider y a la brasileña Beatriz Haddad Maia. El nivel de dificultad no disminuía este sábado, ya que iba a tener que lidiar con Daria Kasatkina, que se ubica en el undécimo puesto del ranking WTA. Un día antes, por cierto, había derrotado a la jugadora que completa el top 10.
Al contrario que en la jornada del viernes, la neyorquina empezó titubeante, sobre todo al servir: tal fue la situación que cometió un par de dobles faltas en un mismo juego, lo cual dio pie a que luego llegara el 1-3. Era demasiado pronto para actuar ya con el viento en contra, pero su actual estado de forma invitaba a mantener la confianza en su buen hacer. Y sólo necesitó unos minutos dar la vuelta al marcador... aunque con gesto torcido.
Badosa había hecho los deberes tras ese primer contratiempo, aunque salvando hasta cuatro bolas de breik. Kasatkina, incapaz de concretar las oportunidades que se le presentaron, vío cómo su rival ganaba en confianza a través de golpes ganadores de bella factura. Las precipitaciones volvieron a tener un rol principal y dejaron el encuentro en standby. Tras la reanudación, para la cual hubo que esperar un rato, la rusa recuperó el dominio y luego concretó el 4-6.
Lo cierto es que el lenguaje corporal de Paula era extraño desde el inicio, algo que quedó más en evidencia al acumular más errores no forzados de la cuenta. El hecho de no encontrarse en plenitud hizo que se tomara la tensión, y entonces llegó la confirmación de que no estaba en condiciones para seguir (a la espera de saber si hay alguna lesión adicional). De esta forma, Daria avanza y podrá luchar por el título este domingo frente a Andreeva o Muchova.