Medvedev, finalista en el Abierto de Australia, repite el fatídico guion de 2022
Enero de 2022: Daniil Medvedev comienza su temporada con grandes ambiciones. Cuatro meses antes, había ganado por fin su primer gran torneo en el US Open y, además, había privado a Novak Djokovic del Grand Slam del calendario. En elAbierto de Australia, la competencia fue feroz, pero el ruso superó un obstáculo tras otro, ganando dos sets a cero contra Rafael Nadal en la final... antes de derrumbarse.
Enero de 2024: el moscovita fue finalista del US Open 2023 y el serbio se había tomado la revancha. Motivado, el de Moscú se encontró con un sinfín de problemas en elAbierto de Australia, quedándose colgado una y otra vez, pero llegó a la final y aprovechó el nerviosismo de Jannik Sinner para adelantarse dos sets a cero... antes de derrumbarse.
Se ha dicho de todo sobre aquella famosa final de 2022, en la que Nadal dio la vuelta al partido, pero abrió el camino a una temporada claramente decepcionante para él. Son ocho finales en Roland Garros y en el US Open -donde sin embargo fue cabeza de serie número uno tras ocupar brevemente el liderato mundial-, y además privado de Wimbledon por las razones que todos conocemos. Sólo dos títulos y ninguna final de Masters 1000: una auténtica decepción en comparación con 2021.
Dos años después, el ruso repite el mismo patrón. Porque la temporada pasada vimos al muro infranqueable, que ganó dos Masters 1000 (incluido uno en tierra batida, lo suficientemente increíble como para que merezca la pena mencionarlo), llegó a la final de otro y ganó cuatro títulos en total (dos contra Sinner en el duelo decisivo). Una fabulosa serie de 25 victorias en 26 partidos durante febrero y marzo (solo superado por Carlos Alcaraz) y luego una final en el US Open después de vencer al mencionado Alcaraz en la semifinal, solo para estrellarse contra Nole en la final. De vuelta al top tres, ¿todo bien?
Pues no. Una vez más, este duro revés en Australia lo ha estropeado todo, y las cosas van de mal en peor. Su gira americana de primavera fue sin embargo un éxito, con una final en Indian Wells y una semifinal en Miami, pero para ello se saltó Doha y Róterdam, dos títulos que ganó en 2023, y no pudo retener el de Dubái. ¿Desde el Sunshine Swing? Sólo un hito, su semifinal en Wimbledon, donde eliminó a Sinner en cuartos.
Por lo demás, otros ocho torneos disputados, ninguna semifinal, derrotas ante Zhizhen Zhang y Alejandro Davidovich en Montreal y más recientemente Jiri Lehecka en su debut en el Masters 1000 de Cincinnati. No sólo está haciendo historia de mala manera (es la primera vez que un jugador del top cinco cae en el inicio de los dos Masters 1000 norteamericanos previos al US Open desde 2001; fuente, Jeu, Set et Maths), sino que además está perdiendo ante jugadores que están fuera de forma.
Su revés contra el checo -que jugaba su primer torneo desde que sufriera una grave lesión en mayo, cuando estaba en alza- fue sin duda la gota que colmó el vaso. Con sólo un 44% de aciertos con el primer saque, sin ritmo y 27 errores no forzados, el muro impenetrable fue sustituido por una presa rota. Por no hablar de la tradicional bronca con el árbitro del partido.
Como resultado, no será uno de los cuatro mejores jugadores del US Open, y tendrá que enfrentarse a un nombre muy importante en cuartos de final. Y dado que nueve de sus 13 derrotas en 2024 se han producido contra jugadores que no figuran entre los 10 primeros, podemos temernos lo peor. Sin embargo, el US Open es claramente su Grand Slam más exitoso. Tres finales en cinco años, que culminan con su único título grande en 2021.
Pero siempre llegó con certezas. Una final en Montreal y una victoria en Cincinnati allá por 2019, un triunfo en Toronto y una semifinal en Ohio en 2021. El año pasado, aunque los resultados fueron más modestos, perdió contra Álex de Miñaur y Alexander Zverev al final de verdaderas batallas de alto nivel, lejos del rendimiento de este año.
A diferencia de Zverev o Tsitsipas, las otras joyas de la corona de la famosa NextGen, cuyas carreras también están hechas de altibajos bastante violentos, Medvedev tiene la ventaja de haber ganado ya un Grand Slam. Todo un logro, teniendo en cuenta que se ha visto encajonado entre los Tres Grandes y la generación Alcaraz-Sinner. Pero a sus 28 años, ¿se detendrá ahí?
Si se produce una mala sorpresa en este US Open, la pregunta se planteará cada vez más, ya que el ruso parece descender poco a poco en la jerarquía. Por supuesto, puede recuperarse durante la temporada en pista cubierta, o en la gira asiática, pero el número uno mundial que una vez ostentó parece fuera de su alcance. Y si no consigue brillar en su superficie favorita, todos los competidores intentarán desbancarlo. El US Open 2024 podría ser, por tanto, un punto de inflexión en la carrera de Daniil Medvédev, y está por ver si reaccionará como un campeón.