Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

Gauff inicia la defensa de su título en el US Open con la esperanza de recuperar su mejor forma

Danny Clark
Gauff celebra su victoria en el US Open 2023
Gauff celebra su victoria en el US Open 2023Angela Weiss / AFP
Un año después de su memorable victoria en Flushing Meadows, Coco Gauff (20) regresa al escenario de su mayor triunfo con la esperanza de recuperar la confianza tras un verano decepcionante.

La tercera cabeza de serie estadounidense inicia el lunes por la tarde la defensa de su título en el US Open enfrentándose a la francesa Varvara Gracheva en la primera ronda.

Será una ocasión especial para Gauff, que saldrá al estadio Arthur Ashe por primera vez desde su victoria por 2-6, 6-3 y 6-2 sobre Aryna Sabalenka en la edición del año pasado.

Tras convertirse en la primera adolescente estadounidense en ganar el US Open desde Serena Williams en 1999, Gauff intentará revalidar su corona ante una rival de gran calidad, como Iga Swiatek, Sabalenka, Elena Rybakina y Qinwen Zheng.

Puede que la forma y el momento no estén del lado de la estadounidense en esta ocasión, pero como ha demostrado en varias ocasiones a lo largo de su joven carrera, Gauff tiene la resistencia mental y la determinación tenaz para luchar contra la adversidad en el camino hacia el éxito.

Cumplir su profecía

Gauff lleva mucho tiempo siendo considerada una futura número uno del mundo y una fuerza dominante en el tenis femenino.

Esas grandes expectativas comenzaron con una sorprendente victoria sobre Venus Williams en Wimbledon como jugadora de 15 años en la fase de clasificación en 2019, y desde ese momento decisivo, su progreso ha sido objeto de un gran escrutinio.

El éxito no fue tan inmediato como muchos esperaban, con Gauff permaneciendo sin ganar en un evento WTA 500 durante los siguientes cuatro años, mientras luchaba por encontrar cualquier tipo de consistencia en los slams o en los torneos de marquesina Masters 1000.

Sin embargo, todo eso cambió radicalmente durante el verano pasado, cuando la estadounidense rompió moldes con un título WTA 500 en Washington, un Masters 1000 en Cincinnati y su primer Grand Slam en Nueva York.

Coco Gauff besa el trofeo del US Open
Coco Gauff besa el trofeo del US OpenAngela Weiss / AFP

Fue un mes que cambió la carrera de Gauff, la culminación de cuatro años de duro trabajo en el circuito, y disfrutó de la oportunidad de demostrar a sus escépticos que estaban equivocados.

"Quiero dar las gracias sinceramente a la gente que no creyó en mí", declaró Gauff tras su victoria en la final del US Open contra Sabalenka.

"He hecho todo lo posible por llevar esto con gracia y lo he estado haciendo lo mejor que he podido, así que, sinceramente, a los que pensaban que estaban echando agua a mi fuego, en realidad le están echando gasolina. Y ahora sí que estoy ardiendo".

Fue un mensaje desafiante de Gauff y una visión fascinante de su capacidad para utilizar el ruido exterior como fuente de motivación, alimentando su ascenso de talento precoz a campeona de Grand Slam.

Problemas de forma

12 meses después de su éxito en Flushing Meadows, es justo decir que Gauff ha vivido un 2024 al revés.

Las semifinales en el Abierto de Australia y Roland Garros a principios de año fueron más que respetables, pero el estado de forma de la estadounidense se ha deteriorado desde entonces.

La eliminación en cuarta ronda de Wimbledon a manos de su compatriota Emma Navarro fue una oportunidad perdida, mientras que sus sueños de alcanzar la gloria olímpica en París tras llevar la bandera del Equipo de Estados Unidos se vieron truncados en tercera ronda por una inspirada Donna Vekic.

Donna Vekic (izquierda) consuela a Coco Gauff tras su partido en los Juegos Olímpicos de París
Donna Vekic (izquierda) consuela a Coco Gauff tras su partido en los Juegos Olímpicos de ParísPatricia De Melo Moreira / AFP

Sin embargo, las derrotas más recientes ante Diana Shnaider, de 20 años, y Yulia Putintseva, número 32 del mundo, en Toronto y Cincinnati respectivamente, han puesto de manifiesto algunas debilidades preocupantes en el juego de Gauff.

Su derecha sigue dejando escapar errores y flaquea en los momentos clave, mientras que la calidad de su saque es motivo de preocupación desde hace varios meses.

Gauff también se ha visto envuelta en un par de acalorados desacuerdos con los árbitros tras unas polémicas decisiones de línea en el Abierto de Francia y en los Juegos Olímpicos, lo que ha agravado aún más sus problemas en la pista.

Sin embargo, no hay por qué alarmarse. Gauff ha disfrutado de algunos momentos memorables en 2024, como su segundo título consecutivo en Auckland y el número dos del mundo, el mejor de su carrera.

Además, su registro global de 36-14 esta temporada dista mucho de ser desastroso, ya que busca consolidar su puesto entre las mejores jugadoras del mundo.

Gauff ya ha demostrado que sabe sobreponerse a los contratiempos y, a sus 20 años, el tiempo juega a su favor para dar la mejor respuesta posible a un verano decepcionante.

Recuperar la chispa

El incentivo añadido de un Grand Slam en casa y la oportunidad de defender su título del Abierto de Estados Unidos podrían servir de catalizador para Gauff.

En las últimas semanas se ha mostrado inusualmente plana y descreída, pero su regreso a Flushing Meadows puede devolverle rápidamente los buenos recuerdos y la confianza en sí misma.

Además, la temprana eliminación de Gauff en Cincinnati le permitió disfrutar de un breve restablecimiento mental en casa, en Delray Beach, en lugar de dirigirse directamente a Nueva York, un lujo poco frecuente en el implacable calendario del tenis.

"Una cosa que he aprendido es que he tenido mucho éxito hasta ahora en mi carrera, y siempre me presiono para hacer más. Pero a veces es bueno decir que lo has hecho bien, y obviamente quieres hacer más", explicó en Cincinnati.

"Creo que estoy intentando dar un paso atrás y disfrutar de lo que he hecho hasta ahora y utilizar esa experiencia para impulsarme hacia delante".

Queda por ver si podrá recuperar su mejor forma a tiempo para defender con éxito el título, pero una cosa es segura: descarten a Coco Gauff bajo su propio riesgo.