A diferencia del duelo de tercera ronda contra Frances Tiafoe, el arranque del duelo de octavos de final ante Ugo Humbert fue notablemente menos exigente a nivel físico para Carlos Alcaraz. Sobre todo, encontró más facilidad a la hora de sacar adelante su servicio.
En el quinto juego del primer set, el murciano ya había roto el saque del galo, número 16 del ranking ATP, y dominaba 3-2. Con gran templanza, confirmó el break y encarriló su triunfo en la manga de apertura, que terminó cerrándose con un nueva rotura en el 6-3.
Sumamente confiado en su juego, Carlitos se mantuvo firme en el segundo set y no encontró demasiadas complicaciones a la hora de llevárselo con un ajustado 6-4. Aun así, el español se sobrepuso a momentos críticos en los que debió levantar alguna bola de break.
Tras una hora y 34 minutos de juego, el murciano marchaba 2-0 y ya había conseguido levantar los aplausos del respetable de la Pista central de Wimbledon cerrando el segundo acto con una de sus sensacionales galopadas por todo el tapete verde.
Como en las rondas anteriores, los saques directos le vinieron muy bien a Alcaraz a la hora de darle la vuelta a las pocas situaciones comprometidas en las que se vio envuelto. Jugaba como un campeón: con autoridad y llevando la batuta del encuentro en todo momento, algo que le había costado lograr en partidos previos.
Con todo, en el tercer juego de la tercera manga Humbert se quitó la presión y, alcanzando muy bien la red, se embolsó un break a favor, poniendo el 2-1 en el luminoso. El galo confirmó su ventaja con el 3-1 y todo lo que pudo salirle mal a Carlitos sucedió, acabando la entrega intermedia del choque 6-1 en contra.
Después del bache, el español inició el siguiente round con dos grandes restos tras los que entonó un "¡Vamos, vamos!" cargado de furia. La mentalidad inquebrantable volvió y rompió a la primera de cambio mediante un 0-40. El 1-0 fue un soplo de aire fresco, pero el francés también estaba al alza y recuperó terreno empatando 1-1.
Por lo que fuera, pareció que ninguno quería proteger su saque y llegó el 2-1 del murciano devolviendo la pelota. En el 3-1, por fin, sí que consolidó el break pero el francés, lejos de tirar la toalla, se reenganchó al partido con tres juegos consecutivos, asegurando su servicio y devolviéndole la rotura al español.
Sin embargo, con 5-5 en el marcador, el de El Palmar tuvo dos bolas de break ya que Umbert, muy errático, subió a la red para devolver un globo y mandó una bola fuera lo que supuso un 15-40 que Carlitos no desaprovecharía.
En su servicio, cerró el cuarto set y por ende el partido, con un 7-5 que certifica su victoria. En cuartos de final le espera al vencedor del duelo entre Tommy Paul y Roberto Bautista-Agut.