Djokovic, número dos del mundo, siete veces campeón en Wimbledon y a la caza de su récord de 25 grandes, derrotó a Holger Rune (15º) por 6-3, 6-4 y 6-2.
A continuación, Djokovic arremetió contra un sector de la afición de la Pista Central que coreó constantemente "Rune" durante todo el partido, haciéndose eco de los gritos de "Root", popularizados por los aficionados al críquet del país en apoyo al excapitán de la selección inglesa de este deporte Joe Root.
"A todos los aficionados que han tenido respeto y se han quedado aquí esta noche, les doy las gracias desde el fondo de mi corazón y lo aprecio", dijo un enfadado Djokovic.
"Y a todos aquellos que han decidido faltar al respeto al jugador, en este caso a mí, que pasen una buena noche", añadió, burlándose de sus torturadores.
Cuando el entrevistador le dijo que algunos aficionados gritaban "Runa" en lugar de abuchearle, Djokovic replicó.
"Lo hicieron. Lo hicieron. No lo acepto. No, no, no. Sé que estaban animando a Rune, pero eso es una excusa para abuchear también" , dijo.
"Escucha, llevo más de 20 años en el circuito. Conozco todos los trucos. Me centro en la gente respetuosa que paga la entrada y ama el tenis y aprecia a los jugadores. He jugado en ambientes mucho más hostiles, créanme: ustedes no pueden tocarme".
El serbio, que aún luce un vendaje en la rodilla de su pierna derecha tras someterse a una operación el mes pasado, marcó la pauta de la eliminatoria de cuarta ronda del lunes cuando Rune no logró ganar ni un solo punto en los tres primeros juegos.
Salvó un punto de ruptura en el 10º juego del segundo set antes de conseguir otra ruptura clave en el primer juego del tercero.
Djokovic se enfrentará al australiano Álex de Miñaur, noveno cabeza de serie, por un puesto en semifinales.