Las hostilidades comenzaron con un claro dominador, Portugal, y con los uruguayos muy nerviosos, pasados de revoluciones y agazapados atrás con una zaga de cinco y tres centrocampistas colgados en el balcón de su propia área. La idea era destruir sin proponer nada en el juego. Muy triste esa puesta en escena teniendo a Cavani y a Darwin Núñez arriba, inutilizados por el sistema de su propio entrenador. Fuego amigo le pueden llamar también a semejante aberración futbolística en la que los charrúas renunciaron al balón.

Los lusos, sin embargo, no fueron capaces de aprovechar esos instantes de atosigamiento al rival. Joao Félix tenía pegado como una lapa a Giménez, que no tenía reparos en agarrar por las malas y no dejar respirar a su compañero de equipo. Más que chispas saltaron en ese duelo. Cristiano, con Godín también encima, lo intentaba a balón parado y en algún remate lejano. Sólo Bruno Fernandes mostraba cierta inspiración en los cambios de orientación, si bien la precisión en el último pase brillaba por su ausencia. Ausente también estaba Bernardo Silva, nada que ver con el del City. Peor aún, en el bando contrario, lo de Fede Valverde, una mala imitación del que asombra al mundo desde el Real Madrid.

Tras regalar media hora, el casi gol de Betancur

La fisonomía del encuentro varió cuando Diego Alonso se dio cuenta de su error y decidió recular en su idea primaria. Se acabó la defensa de cinco (más los otros tres falsos centrocampistas). Colocando un hombre más en medio campo, la Celeste se encontró más cómoda y por fin pudo respirar, sacando a relucir la calidad de algunos de sus jugadores, que es mucha.

Fue Betancur el que mejor mostró sus enormes dotes futbolísticas. Arrancando desde el centro del campo, se marchó con potencia y se libró con un sutil regate de los tres contrarios que se interpusieron en el camino. Cuando encaró a Diogo Costa ya se relamía pensando en acabar la excursión celebrando el golazo del Mundial -con permiso del de Richarlison-, pero no contaba el de la Juve con que el portero activara el botón de hacerse gigante y detener de modo milagroso el balón de entre sus piernas.

A Portugal le tembló el pulso y le costó recomponerse. Normal cuando eres el que domina y es el contrario el que pega más fuerte. Pedía el descanso a gritos para reiniciarse y emprender de nuevo el camino hacia la victoria que, de conseguirla, le daría el pase a los octavos. 

Cristiano celebra el gol… de Bruno Fernandes

Y le sentó de maravilla ese paso por vestuarios porque recuperó el mando mientras los charrúas volvían a emplearse con demasiada dureza para cortar el ritmo. Esta vez no les salió nada bien para justicia del que propone y arriesga. Y así llegó el gol. Bruno Fernandes se hizo con la bola cerca del área, oteó el horizonte, ajustó la mirilla, comprobó que Ronaldo estaba en el lugar perfecto y le puso un centro que Cristiano pareció rozar con el flequillo lo suficiente como para batir a Rochet. El hambre de CR7 por golear es insaciable. Con ese tanto igualaba con nueve a su compatriota Eusebio como máximo realizador portugués… pero la FIFA, después de repasar la acción, determinó que el capitán no tocó balón y le concedió la autoría a Bruno Fernandes. 

Maxi y Suárez amagan; Bruno fusila

Sólo entonces despertó Uruguay, ya sin nada que perder y sin Cavani ni Darwin sobre el césped. Triste su partido, más por el planteamiento de su técnico que por otra cuestión. Fue volcarse al ataque y meter a Maxi Gómez y a Luis Suárez. El primero, nada más entrar, lanzó un latigazo que rechazó el palo; el segundo remató a bocajarro dentro del área y el huy se escuchó hasta en Montevideo. 

El encuentro se convirtió en ese último cuarto de hora en un correcalles, lo que no beneficiaba a los de Fernando Santos, a los que interesaba dormirlo, enfriarlo. El premio del triunfo era muy goloso con el pase a octavos de final como para dejarlo ir. Les costó, pero lo aseguraron con un penalti por mano de Giménez ya cumplido el minuto 90 y con el que Bruno Fernandes firmó su  doblete.

 Misión cumplida para Portugal, que mereció la victoria ante Uruguay, que aún sigue, por rácana, con el cero en su casillero de goles. 

Jugador Flashscore del partido: Bruno Fernandes.

Todos los detalles del encuentro, en el siguiente enlace: Portugal-Uruguay