Fue una sorpresa relativa ver al irregular Zhou rompiendo la tabla de tiempos de Baréin para colocarse en una primera plaza que no deja de ser anecdótica. Sin casi combustible y con el compuesto más blando, el C5, que no se usará en el Gran Premio de la próxima semana, el piloto chino al menos se dio el gusto de verse por delante de todos.
Verstappen, la referencia real
Y ese 'todos' lo encabezaba Verstappen. El neerlandés volador sí que es una buena referencia. Apenas dio 47 vueltas al circuito por las 132 de Zhou o las 130 de Alonso, pero su 1.31:650 es un tiempazo teniendo en cuenta que Red Bull estaba con un programa en el que el tiempo, entre comillas, era lo de menos. Por la mañana, por ejemplo, Checo Pérez estuvo realizando un simulacro de carrera.
Sus grandes competidores, Ferrari y Mercedes, parece que se escondieron algo más. Aunque por la mañana Carlos Sainz firmó el mejor tiempo de todos, por la tarde Charles Leclerc estuvo más comedido, ensayando hasta los pit stops. De los alemanes no se puede extraer casi nada, salvo que Russell provocó una bandera roja y perdió mucho tiempo para obtener sensaciones de cara a la temporada.
Ilusión con Fernando Alonso
Si bien, recalcamos, los tiempos tanto del jueves como del viernes no sirven de demasiado para compararlos porque se desconoce, entre otras cosas, la carga de gasolina y configuración que llevan los monoplazas, ver a Alonso de nuevo en el Top3, como por la mañana, ha vuelto a generar una ilusión enorme entre los aficionados.
El asturiano ha tenido un día más que completo y este sábado sólo se subirá al coche en una de las dos sesiones, previsiblemente por la tarde para poder descansar de la paliza de hoy. Mientras tanto, puede disfrutar de haber rebajado en siete décimas su tiempo de la matinal y estar a poco más de un segundo de Verstappen. Pinta bien el Aston Martin.
